La entrada del autobús debe hacerse siempre por la puerta de delante, menos las personas que utilizan silla de ruedas; excepcionalmente en algún caso el conductor puede autorizar que suba por la puerta trasera algún usuario por un motivo justificado, pero no se debe hacer nunca si no es por indicación del conductor, pues podría no darse cuenta y cerrar las puertas mientras se está subiendo.